A instancias de perderme Instrusos ¬¬

Luego de prácticamente 10 días de salud mental, vuelvo como perro arrepentido a mi lugar de trabajo. Malditos hijos de puta. En realidad no volví todavía pero me estoy haciendo a la fackin idea de verle la cara a todos ellos: empleados y clientes pelotudos con hijos rompe pelotas. Como verán volví con todo. Súper 2010. ¬¬ [sí, es ironía pura lo mío].

Cómo sea, estuve pensando seriamente en la posibilidad de ir a hablar, [Léase: romper todo], al Ministerio de Trabajo, y llevarle a los monos mal adiestrados que allí trabajan, -es una manera de decir-, un par de legislaciones laborales extranjeras, de preferencia Europeas, en donde la gente entra a trabajar y automáticamente tiene 21 días de vacaciones, ponele, o le dan una semanita extra por las fiestas. Después de todo, manga de ignorantes improvisados, si nos dieran una semanita ‘menos’ de explotación anual, seguramente saldríamos corriendo a gastarnos el dinero en alguna cosa pomposa tipo panes dulces o frutas secas en época obscenas con lo que, entre el turismo y la sobreventa, se llenarían de plata igual, amigos comerciantes. Lamentablemente, las posibilidades de que algo así suceda, son tan remotas que casi me ahogo en la pileta con mi propio Daikiri, mientras babeaba imaginándomelo.

La vida del laburante, en este país hediondo, no es otra cosa que una esclavitud perfectamente premeditada y legalizada. Estamos, casi todos, construidos para funcionar en este sistema pedorro y perverso sin chistar y sin levantar la cabeza, para que algunos pocos se llenen los bolsillos con el sudor de nuestras frentes. Lalalalala.

Pero bueno, en vistas de que las posibilidades reales que tengo de ir mañana lunes a la oficina y romper todo son nulas, me apronto mentalmente para ir tipo 4 de la tarde a ver las caras de siempre y cagarme de calor y quedar sorda escuchando los gritos de hijos ajenos, incluso a instancias de perderme Intrusos. Oh, sí, es una injusticia.

Ustedes, mientras tanto, vayan formando filas armadas para tomar el Ministerio de Trabajo y rompan todo que yo ya voy llegando. Empiecen nomas, déanle con confianza.