Con el jebus en la boca

Días atrás fui al médico a hacerme unos estudios, porque siempre en mi vida pasan cosas, y cosas extrañas.
[No herejes, no voy a morir, pese a que últimamente he tenido varios roces con la parka, por el momento seguirán teniendo la suerte de contarme entre sus pares, vivitos y coleando].
Cuestión que me dieron una dieta especial para que se me baje el jxjxjxjx. Por supuesto quien mejor que mi madre para mantenerme a raya y hacerme comida laigh yyyyyyiquísima ¬¬, me dije. Pero no chicos, no. La vida no es siempre un campo de golf plagado de pelotitas de chocolate, no. Mi madre, como es su costumbre, vive poniéndome palos en la rueda, maldita; Ahorita mismo está quehandose como una vieja chota porque tiene que hacerme una sopa, sumado a mi frágil estado mental y a que tengo fiebre por el temita ‘labiosnazarenavelez’, ¿quien más que ella podría cocinar la sopa horrenda que me dieron? El gato, no, aún no maneja los utensihios.

Me mira con cara de orto, mientras come una ensalada amargamente espantosa de radicheta. Es claramente una herejía, porque EN ESTA CASA SOMOS PERONISTAS de la primera hora.

Ahora se hace la interesante y mira la tele. Qué pasa vieja qué pasa, ¿no me queres mirar a lo jojos?. Eh. Mira estudio país, como de costumbre, mientras yo con cara de ¬¬ la miro fijamente.

Igual quédense tranquilos porque cuando tenga el resultado de ‘lo analí ‘ se los voy a contar para que no vivan con el Jebus en la boca.

Esto de ser una persona enferma no es para mí.

Por otro lado, voy a pasar el parte de mi labio inferior, aún está hinchado y medio deforme, no obstante la shaguita se puso sospechosamente dura, lo que sigue, según expertos en la materia es que se me caiga el labio. Así que, los mantengo al tanto, eventualmente, y por si necesito un trasplante de labio inferior, se aceptan donaciones de achuras. ¬¬ seguiremos informando.

No nos olvidemos de Maikol.