El público se renueva - Parte I

[Reposteo]

Resulta que, como es de público conocimiento (?), los bancos lejos de simplificar nuestra existencia, aparecen en nuestras vidas, únicamente, para complicarla y con el fin último de que tengamos que recurrir a ellos para ver si logran solucionar, lo que en un comienzo destrozaron con promesas baratas, [mejor dicho Caras], y obsoletas.

[Para que entiendan, me retrotraigo a unos meses atrás: Me hago cargo, soy culpable. Por que sin que nadie me obligara, un buen día me levanté y no tuve mejor idea que abrir una cuenta en un Reconocido Banco ‘Gallego' Volviendo al presente].

Resulta que hoy me dispuse abandonar la madriguera, es decir me obligué a ir al fackin’ banco. Fue así que muy temprano a la mañana, salí contenta por la vida, desparramando alegría y dejando betas de colores a mi paso, cuál arco iris, con el fin de dar de baja la cuenta que tengo en el banco de mierda.

[Vale decir que días previos, hube de ir al recinto para avisar a quien correspondía, que prescindía en absoluto del servicio bancario que en algún momento me interesara].

Determinada a dar por finiquitado el asunto, me dirigí sin más, al centro de la Capital Cordobesa. Luego de estar casi toda la mañana dando vueltas cuál perro antes de dormir, y realizando mis manualidades habituales, es decir Bricolage en porcelana fría, me acorajé e impulsé mis ‘ojotitas’ hacia la puerta de calle.

[Les cuento, por si no lo saben que aquí los bancos, no cierran a las 15 hs. Como en Buenos Aires. Mal muy, pero muy mal. Sin embargo como buena recién llegada, no tengo más que aceptar las normas que los Locales, es decir los Cordobeses, imponen como regla].

Como habrán leído, en Posts anteriores, mi problema últimamente viene siendo el clima. Es evidente que mi cerebro no se adapta fácilmente al cambio climático, ni al nuevo amanecer/pseudo-ocaso, es decir al arbitrario cambio horario. Que el sol salga de noche y la luna de día, no es algo que mi reloj biológico puede aceptar así como así y sin previo aviso.

Me duermo a las 4 de la mañana, y me despierto a las 9, [cuando aún es de noche, por cierto]. Les decía, esto del cambio climático, está yuxtapuesto con la lógica del cambio horario. Tenemos demasiada luz, [hoy por hoy vale decir resolana], y mi cerebro que es del tamaño del de un canario, no puede dejar de piar, hasta que las luces de la ciudad se apagan por completo.

Es por esto que el cambio horario no me favorece en lo más mínimo.Sin embargo, y volviendo a ‘hoydía’, me obligué a salir de la cucha a las 8:30 am, porque suelo creer que si no me levanto temprano, es decir si duermo mucho, a la noche me desvelo. Vaya falacia, si las hay.

Fue así como a eso de las 12 a.m. salí finalmente de mi humilde morada. Al tomar el ‘trolebus’.

Las nubes estaban pero permitían, de vez en cuando, asomar cierto rayito de sol. Fui, y por supuesto cómo era de esperarse, no llegué al banco, mi reloj, está levemente alterado por la falta de UNA HORA, es decir nunca lo puse acorde con los relojes del resto de los cordobeses, por lo tanto, lo que para mi suelen ser las 12, para el resto de Uds. Es la una de mediodía. Y es simple, si unimos esto a que aquí los bancos cierran a las 13:30 es obvio que nunca llegaría a tiempo. Pero esto no ha de ser problema. Lo dramático ocurrió después.

Luego de ir al pedo hasta el centro, a esas horas, decidí recorrer el mismo en busca de una librería artística, para poder seguir creando arte, a pesar de lo que digan de mis creacioes. He aquí el detalle. No voy a mentir diciendo que era una sany morning, bicos isn’t. Pero, al menos, un dejo de solcito asomaba tras las nubes negras, - que me acompañan hace una semana-.

Luego de caminar inagotables y calurosas cuadras céntricas de la capital cordobesa, [lo cual entre otras cosas, me hace extrañar muy poco, por no decir nada, Buenos Aires], encuentro una librería en dónde comprar mi SHIBRË, ajajaj me río de mi misma.

Hasta aquí el relato de una mujer, relativamente feliz, si se quiere. Pero al ingresar a la libreria, sucedió lo puramente esperable, con terrible cielo negro y previos gotones aislados, se largo con todo y soretes de punta!.

Esta es otra Hijaputéz de parte de la Madre Naturaleza, hacia mi persona. No le alcanzó con cagarme el fin de semana, sino que además tuvo que iniciar la presente, con un ‘toque' especial. En el mismo puto instante en que mi tarjeta de crédito pasaba por el post [cuak] Net, la lluvia no tuvo mejor idea de largarse con todo.

Obviamente, y está de mas decirlo quien les habla, NO TENÍA PARAGUAS. Por lo que me retiré de la librería a lirel bit despereit en busca de un taxi.

Qué creen que me pasó?, a ver, usen el ingenio, canejo!.

Continuará...

[pd: todo este acontecer horrendo, sucedio hace poco mas de un año, qué avance eh, qué avance,muejejeje].