Do not Disturb - Me desenyoguizan

Miro la segunda semifinal de Bailando por un Muerto, digo, por un Sueño. Los bailarines, lloran. Laura Fidalgo, llora, Pampita, Llora. Tinelli, llora. Ah, no, tiene un brillito en el cachete y parece una lágrima, efectos de la televisión, aim afreid. Todos lloran, pienso, ¿qué onda ese programa?, más que sueño, es una pesadilla, pienso.

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Cambio de canal. Pongo TN, oia, están el Periodista Dientudo, que parece que se llama Ernesto, y el otro con apellido raro, entrevistando a Alberto Fernández.

(No me voy a meter a hablar de política, porque después pierdo lectores, y los anónimos, a los cuales les denegué el acceso a comentar en un acto de total despotismo, me empiezan a putear, y tal vez se hagan una cuenta especial, solo para putearme. Pienso. Igual, lo digo porque soy guapa, guapa, y además porque estoy detrás de un monitor, por lo tanto las patadas, puteadas, puñetazos, tiros, o lo que sea que me mandan cyberneticamente, no me llegan, muejejeje).

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Aguante, Alberto Fernandez, lo re banco. Soy contestataria alot.

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Me cuelgo escuchando sus respuestas, los dos periodistas de TN le hacen preguntas incisivas, qué anarquistas que son, pienso. Y me rio en mi mente porque, claramente, no son anarquistas, son anarco-periodistas. Me río, me río por mi chiste malo, pero que me causa muchas: JAJAJAJA’s. Cambio, porque la onda- mujer- adulta- e- interesada- en- la- política, me agarra muy pocas veces al año, y este ya lleno el cupo disponible con lo del campo.
Engancho una película en Cinecanal. Me embola mucho, porque es re improbable algo así. O sea, es un drama. Se supone que los dramas, son pasibles de suceder en la vida real, entonces, que tengas 5 hijas y las 5 se te suiciden, es como tu-mach, no da, pienso. Cambio. Paso por los dibujitos, nada interesante, paso por utilísima, nada interesante.

Cada vez que escucho a esas herejas hablando en centroamericano, me dan ganas de romper todo, pienso. Oíme, Utilísima era malo, pero era nuestro. Es como Argentinísima, me entendes, que onda, eso de andar haciéndonos hablar en español neutro, no da. Me acuerdo de una publicidad que dan ahora de Zonajobs, con un chaboncito que laburaba en Casi Angeles, y hablaba en perfecto porteño Choto, digo, porteño Cheto, ¿cómo puede ser que ahora aparezca hablando en Venezolano?, ¿eh?, decime. Se contradice, es claramente, un antipatriota, enemigo a full. Me saco mal pensando en que nos sacaron uno de los dos canales más Boludos y Argentinos que teníamos.

Utilísima, no te tenemos miedo. Hablamos en argentino, y acá no decimos jitomates, decimos tomates, no decimos Dulce de cajeta, decimos Dulce de Leche, traidores a la patria. Me indigno y cambio.

Mejor no cambio nada, apago la tele. Chateo, a lot, leo un post Ge-nial, en Yo, Lucho. Pum. Se corta la luz. Guatdefackkkkkk, La puta que los pario, EPEC y la con... bueh, después de 10 minutos de puteadas, me voy a dormir, así sin más. Agradézcole a Dios porque no hace el calor de antes de ayer, porque sino ahí sí, ahí se armaba jodido con Epec, y salía a romper medidores de luz a mansalva, a diestra y siniestra, a troche y mochi.

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Sueño. Sueño con tortugas, a lot of tartuls, verdes y feas, como las tortugas. Las tortugas fueron abandonadas, y yo estoy en la esquina de una calle, que estimo es a la vuelta de mi ex-casa en Caballito, y regalo tortugas abandonadas. De repente miro, y oia, las tortugas son perritos. Pienso, pero cómo, ¿me chorearon las tortugas?. Y empiezo a correr, asi muy alocada, onda ran forest ran, no sé por qué, ni a quién, y dejo las tortugas- los perros-tortugas, en el olvido. Me despierto.

Qué irresponsable, pienso. A veces uno se jacta de justiciero y al final, hace lo mismo que condena. Filosofa, a lot. Guauuu, que profunda que soy, por Dios. Me levanto, esta todo así... lluvioso, pero hay luz. Gracias Epec, Digo en voz alta. Mi vieja me mira, la miro, me mira, la miro. Le digo, ¿qué?, Me dice, naaaadaaaaaaaaaa nenaa, así con muchas “a”, le digo, bueno, hoy no estoy para pelear, hoy estoy muy descansada, fresca como lechuga, asique me voy a colgar un cartelito en la frente que diga “du not disturb”. Mi madre me mira y me dice, porque no vas a colgar la ropa, que esta toda mojada. La miro, me mira, la miro, le digo, oíme, “vos no entendés nada”. Me dice, no. Así muy sobradora y superada. Pienso, me cagó. Again!. Me dice, oíme anoche se cortó la luz, le digo, mmmse, muy torerita y ninguneadora. Me dice, pero viste que volvió a la media hora, le digo, “nahhhhhhh, ¿en serio?”, muy onda, qué me importa. Mmmse, me dice. Me torea, me saca de mi eje, quiere que la pelee. No lo va a lograr, pienso. Se va. Y me grita desde la otra punta, JKDJKHFHFKFHKI, no escucho, le digo, ¿qué? Y me repite ADSJJSSFJKJDFKJDKF, le digo, no te escuchoooooooooo, así con muchas “oes”. Pienso, Dios, esta mujer acaba de arrancarme el cartelito de “du not disturb”, que mentalmente puse en mi frente. Me saca, me saca de mi centro, me desenyoguiza. Megrd!

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si queres leer algo serio, (?), lee el post anterior, salió de onda, el muy enemigo... se autopublicó!, irrecatado.